martes, 9 de mayo de 2017

Romper no es construir

Igual que a aquel que acaba de comer, le resultaría ajena una mirada asilvestrada de aquel que está pasando hambre, así una sociedad que no se ha saciado aún, no sentiría con profundidad un sufrimiento de aquellos, que al bajar de un escalón de la autocomplacencia, se han visto pisar un escalón de la autodestrucción. En el mundo espiritual pocas veces funcionan las leyes de las ciencias exactas, y la distancia de un punto al otro no siempre es la misma y suele depender de la dirección del movimiento. Así, sólo un paso distancia a un hedonista de un decadente, mientras que para regresar a un estado de búsqueda de los placeres vitales, habría que hacer un largo camino de vuelta, igualado a una desvalorización de todo lo visto, vivido, perdido. Romper siempre es más fácil que construir, bajar las escaleras siempre es más fácil que ir subiendo.

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