martes, 22 de noviembre de 2016

Claves

Las pérdidas nos enseñan no sólo valorar el momento, sino igualarlo a una vida entera. Lo mismo vale una hora que un día, si has saboreado cada minuto sintiendo. Sólo tras perder todo aprendemos a amar incondicionalmente y libres de esperanzas. Qué más se puede desear cuando a cambio de aquello lo que hemos perdido se nos habían sido entregadas las instrucciones para ser verdaderamente felices. 

1 comentario: