Que frecuente es dejar a merced
de las olas este tiempo tan inestimable que tenemos, por algunos motivos
deseando que el período en el que estamos hoy día se acabe lo más antes
posible. Tales períodos transitorios parecen a nosotros ser aquel lapso del
tiempo que debería unir el punto de partida de nuestro camino con aquel punto
en el que nos gustaría estar; aquel lapso que preferimos dormir para
despertarnos cuando ya todo se haya rodeado así como lo pinta nuestra
imaginación. Es como si nos dieramos en arriendo a las circunstancias y nos
dejamos llevar por la corriente sin darnos cuenta de la belleza del paisaje que
cambia por el camino. Y todo parece lógico a primera vista, salvo que olvidamos
que demasiado caro cuesta el tiempo que a sabiendas dejamos pasar y perder. Y,
tal vez, un verdadero objetivo de nuestro camino consiste exactamente en
aprender no sólo Estar sino en Ser aquí y ahora. Mi período “transitorio” ya
dura más de dos años, igual que en aquella película en la que un personaje de
Tom Hanks, de un país inexistenente K r a k ó z h i a que se ha estancado
en una zona de tránsito, también yo de año en año me pongo en una cola en la
espera de una “estampa verde” en mi pasaporte. Que raro es... que el Sistema
decide cuanto tiempo tiene que durar tu estancia en tu zona de tránsito, que en
mi caso parece ser un poco más confortable que una sala de espera de un aeropuerto,
aunque su sentido de eso no se cambia. Sin embargo, uno de aquellos días
imperdonablemente parecidos uno al otro, de repente me he dado cuenta de que
entre todos los derechos que en este país no tengo, de un único derecho me estoy
privando yo a mi misma: de vivir el momento presente; y al comprenderlo, mis
días inesperadamente se llenaron de ese sol que hace mucho que no notaba por
las mañanas, y eso que vivo en un país más soleado de Europa. Pues que importante es,
entre todas nuestras meditaciones sobre el futuro, sobre lo deseado o sobre adonde nos gustaría llegar, no dejar
pasar el presente que esconde todas esas riquezas y tesoros que solemos ir
buscando en el día de mañana.
Pues ya sabes... no dejes de vivir el presente porque es lo único que realmente poseemos.
ResponderEliminarGracias.
Un beso
Así es.
EliminarGracias a ti por leerme.
Un beso
Pues ya sabes... no dejes de vivir el presente porque es lo único que realmente poseemos.
ResponderEliminarGracias.
Un beso