Sentada en el tren y saboreando
los momentos tan deseados de mis vacaciones, me he dado cuenta de que hace
tanto tiempo, hace ya años, a ningún sitio no tomaba rumbo con el único
objetivo... descansar. Sin planes ni tareas pendientes, sin
prisa ni presiones, nada más que dedicar a mi misma los momentos y días,
escuchar a mi voz interior y seguir sus pautas para alcanzar este estado tan
buscado de la paz interior. Y sólo ahora, en mi asiento 3C del Coche 7, he
notado como con una alta velocidad española me ha empezado a llenar una
sensación de la ligereza y libertad. Sólo ahora me he dado cuenta de ese
cansancio que mi mente por lo visto ocultaba aún de mi misma. Y ahora... esta ligereza...
Ser ligeros es uno de los estados más naturales de nuestro cuerpo, nacemos todos
con las reservas inagotables de esta ingravidez que entra en nosotros en el
momento cuando nos atrevemos a abrirnos a nuestra libertad interior. Ser ligero
es permitirte ser tu mismo, sin máscaras que nos ponemos diariamente guiados
por esa ansia de corresponder o por el miedo de no ser aceptados tal y como
somos. Cada uno de nosotros tiene un recuerdo de sentirse ligero por dentro
mientras que nuestro cuerpo sigue corriendo sin saber ya en que dirección. Quitarse
una máscara ocupa nada más que un instante, nada más que un paso existe hacia
rescatar nuestro propio “yo” que sabe volar, porque es libre y ligero. Ser así
es su capacidad innata. Y en el momento de enfrentarnos con él, nos sorprendemos...
qué poco necesitamos para empezar a bailar por dentro. Abrirte a ti mismo regala
la curación de todo lo que nos condiciona y limita en nuestra vida cotidiana.
Descubrir nuestra verdadera esencia para darnos cuenta de que vivimos en
armonía con el universo que con cada estrella nocturna, cada susurro de las
hojas, con cada brisa del mar y cada rayo del sol matinal nos invita a volar, falta
sólo quitarse el peso acumulado y hacer un paso descalzo por la arena...
Me temo que tras la lectura de este texto debo decirte, seriamente, algo: por qué nos has negado tus palabras tanto tiempo?
ResponderEliminarUn privilegio leerte...