miércoles, 31 de agosto de 2016

Alcanzar lo inalcanzable



En mis edades más inocentes tenía tanta certeza de que el conocimiento se equivale a la edad que alcanzas. Tenía tanta ansia de madurar para encontrar la llave de un cajón que guarda respuestas a todas las preguntas. No sabía que era una trampa, no sabía que lo primero que leería en este cajón será: Vive. Sin buscar respuestas. Y no sólo no he llegado a saber más, sino que con los años que pasan me doy cuenta de lo poco que sabemos, de lo poco que nos atrevemos a conocer, de lo difícil que es entender, de lo erroneo que puede ser interpretar, de lo peligroso que puede ser generalizar, de lo limitados que estamos de tiempo para aprender. La única certeza que hoy día tengo es la certeza de no saber nada, y de la importancia de recibir con ilusión cualquier duda, pregunta o curiosidad que surgen en este inmenso oceano del conocimiento humano.


1 comentario: